El lago de los cisnes

El Lago de los Cisnes, versión del ballet El lago de los cisnes creado por Marius Petipa a fines del siglo XIX y que ahora será recreado por el bailarín Iñaki Urlezaga. Es la compañía que él dirige, Ballet Nacional Danza, la que interpretará este clásico de los clásicos con Gabriela Alberti y el mismo Urlezaga en los roles protagónicos de Odile/Odette y el príncipe Sigfrido.

El lago de los cisnes es un cuento de hadas-ballet estructurado en cuatro actos, que fue encargado por el Teatro Bolshói en 1875 y se estrenó en 1877.

La música fue compuesta por Tchaikovsky. En la producción original la coreografía fue creada por Julius Reisinger. El libreto se cree que fue escrito por Vladímir Petróvich Béguichev y Vasily Geltser, basándose en el cuento alemán Der geraubte Schleier (El velo robado) de Johann Karl August Musäus.

La primera representación tuvo lugar el 4 de marzo de 1877 en el Teatro Bolshói de Moscú.

Sin embargo, el 15 de enero de 1895 en el Teatro Mariinski de San Petersburgo esta misma obra logra su primer gran éxito con una nueva coreografía a cargo de Marius Petipa y Lev Ivanov.

Desde entonces, numerosas revisiones y puestas en escenas mantuvieron fresca esta subestimada obra de modo que para mediados de los años 40 del siglo XX empezó a ser ampliamente reconocida como paradigma del ballet.

El lago de los cisnes bailado con la música deTchaikovsky es, actualmente, uno de los más reputados títulos del ballet mundial

Bailarines tan geniales como Anna Pávlova y Rudolf Nuréyev han dejado su huella en esta duradera obra maestra.
Argumento

El lago de los cisnes suele representarse en cuatro actos y cuatro escenas o bien en tres actos y cuatro escenas

ARGUMENTO

Una noble doncella se encuentra recogiendo flores en el bosque cuando es sorprendida por el hechicero Von Rothbart, el hechicero quien la rapta y la convierte en la Reina de los cisnes. La doncella sólo podrá ser liberada del hechizo a través del amor eterno del príncipe.

Acto I

Primer Cuadro

El joven príncipe Sigfrido celebra su cumpleaños con una fiesta que tiene lugar en los jardines del Palacio. Nobles acuden para ofrecerle regalos y rendirle homenaje.

La Reina madre entrega al Príncipe una hermosa ballesta, recordándole al mismo tiempo que ya se encuentra en edad de desposarse. Para esto ha invitado a cinco bellas princesas que le serán presentadas al día siguiente en el baile que se ha dispuesto en su honor. Entre ellas el joven deberá elegir esposa. Sigfrido acepta esta noticia con bastante desagrado, ya que por el momento se encuentra más feliz en su vida libre y despreocupada. Al retirarse la Reina, Wolfgang, preceptor de Sigfrido, invita a la corte para que distraigan con sus alegres danzas al atribulado príncipe. El joven recupera su ánimo y se une a las espontaneas manifestaciones de sus amigos. El mismo Wolfgang, inspirado por la bebida, trata de evocar recuerdos de juventud, pero ya no está en condiciones de bailar. Al finalizar la danza de nobles y aldeanos realizan en honor al príncipe, éste les agradece y ejecuta una variación con profundo sentimiento melancólico al darse cuenta de que a partir de ese momento dejará la adolescencia para convertirse en un noble, cumpliendo el deseo de su madre.

Al caer la noche, cuando los invitados se disponen a retirarse, una banda de cisnes sobrevuela los jardines. El Príncipe, fascinado por la inesperada aparición de Odette en el fondo del jardín, sale corriendo tras ella adentrándose en el bosque y siendo interceptado por el brujo.

Segundo Cuadro

El Príncipe llega a las orillas de un lago, donde se levanta el castillo del hechicero Von Rothbart, el hechicero. Sigfrido ve surgir de las aguas del lago un cisne blanco que se transforma e una bellísima joven. Es Odette, la princesa encantada, que ante la presencia de un ser humano experimenta una extraña inquietud. Antes de que ella pueda advertir al Príncipe sobre los peligros que le acechan, se presenta Von Rothbart que ha presentido la amenaza que se cierne sobre su maleficio.

Sigfrido intenta atacarlo, pero Odette se interpone, implorándole desista de su propósito, ya que la muerte del hechicero implicaría también su muerte y la de los demás cisnes que pueblan el lago. Fascinado por la belleza de Odette, el Príncipe la sigue, jurando amarla eternamente. La princesa le entrega una pluma blanca como símbolo de su amor y de su compromiso. Finalmente ha llegado el hombre que podrá liberarla del hechizo fatal. Los cisnes desaparecen, volando hacia la luz del amanecer.

Acto II

Primer Cuadro

En el gran salón del castillo todo está dispuesto para iniciar el baile. Anunciadas por los heraldos aparecen las cinco princesas. El príncipe las observa con indiferencia y casi no repara en la belleza de las invitadas. Se encuentra turbado por pensamientos alejados de la realidad y por la decisión que deberá tomar.

Entonces la Reina, preocupada por la indiferencia de su hijo, invita a las princesas a bailar para él con el propósito de seducirlo. Un heraldo anuncia una visita inesperada: es Von Rothbart, quien, bajo el aspecto de un noble caballero, presenta a su hija Odile, haciéndola pasar por Odette. En medio de su danza, Odile toma la pluma que le entregara Odette al Príncipe para confiarla finalmente a Von Rothbart, asegurando su triunfo. Sigfrido la presenta a la Reina como la esposa elegida, pero Von Rothbart exige ahora al Príncipe un juramento de fidelidad. Sigfrido lo pronuncia con firmeza. En ese momento, a la luz del ocaso, aparece en la ventana la figura de Odette. El Príncipe, desesperado, parte hacia el lago en busca de Odette.

Segundo Cuadro

Los cisnes presienten un inminente peligro para Odette. Esta llega desolada, en tanto que sus compañeras intentan infundirle ánimo. La desdichada joven sabe que todo se ha perdido y que no recuperará su amor ni forma humana. Sólo la presencia de Sigfrido le impide ahora arrojarse al lago. Aparece Von Rothbart y al encontrar a los jóvenes reunidos nuevamente, desata una tempestad. Asistido por su mágico poder, obliga al Príncipe a hundirse en la profundidad de las aguas.

Cree entonces haber triunfado definitivamente, pero Odette, ante la inesperada desaparición de Sigfrido, en un acto de fidelidad hacia su amado se arroja también al lago. La suprema actitud de la joven quiebra el hechizo fatal y el poder del hechicero, que sucumbe en la oportunidad del lago mientras Odette y Sigfrido, reunidos en la muerta, ascienden hacia la felicidad eterna.

2 Histórico de funciones