Audioguía para supermercados en tiempos de pandemia

Si fuera una novela de misterio, podría llevar por título “La desaparición de la nariz, la boca y la plaza”. Esta obra fue gestada durante el primer confinamiento en España, en marzo de 2020, a partir del choque de la desaparición del espacio social y evidentemente de los teatros; la desaparición de la plaza. El supermercado quedó como único espacio de socialización y, a la vez, fue el primer espacio donde fue obligatorio el uso de mascarilla. Por primera vez nos teníamos que relacionar entre nosotros asumiendo que perdíamos elementos tan básicos de comunicación y referencia como son la nariz y la boca; en definitiva, casi media cara. ¿Cómo afectaría esta situación a un relato de misterio, a sus detalles y a su estructura? Las novelas de misterio están rellenadas de descripciones exhaustivas de fisonomías, ¿qué pasa si todo esto deja de tener validez?

Uno de los puntos de partida de la obra es la situación de sospecha y desconfianza en los otros que ha generado la aparición generalizada de la mascarilla en el espacio público. Ahora nos tenemos que relacionar con todo de caras incompletas y todo el mundo es sospechoso, de llevar el virus o de alguna otra cosa peor. La sospecha conecta planes y elementos inconexos de la realidad para crear una historia, crea una falsa relación de continuidad y correspondencia, igual que cuando completamos mentalmente las caras de los desconocidos.

En esta obra, como en la misma realidad, el espectador tendrá que construir una historia con sentido, a partir de los fragmentos de relatos inconexos, llenos de imprecisiones y muchas veces contradictorios entre sí. El espectador tiene que seguir, a la manera clásica de un audiowalk, un recorrido, pero esta vez es dentro de un supermercado, y mientras escucha su móvil con auriculares tendrá que enfrentarse con la coincidencia o la contradicción del que ve con el que oye.

Con la colaboración del Festival de Otoño de Madrid

Agradecimientos: Fundación Lluís Cormina, Spar Supermercados, Terra de Gossos y a Jospe Burgada, Payés de Banyoles.