Pierrick Sorin

Pierrick Sorin es un video artista nacido en Nantes en 1960. Realiza cortometrajes y dispositivos visuales en los que se burla de la existencia humana y de la creación artística. Practicante ferviente de la auto-filmación, es a menudo el único actor de las historias que inventa. Pero el artista es también un niño de Méliès: crea pequeños teatros ópticos, mezcla de artesanías ingeniosas y nuevas tecnologías, que le permiten aparecer como por arte de magia en forma de pequeño holograma y entre objetos reales.

Siguiendo una actitud artística que, sin dejar de ser contemporánea e intelectual, es accesible a un gran público, Pierrick Sorin ha creado dispositivos audiovisuales aplicados a los eventos de comunicación. Trabaja con Les Galeries Lafayette Haussmann (vidrieras para la Nuit Blanche 2002), Cartier, Chanel, Renault, y participa también en la dirección y la escenografía de conciertos (con la cantante Anaïs en 2009), de óperas (La Pietra del Paragone de Rossini en 2007, en el Théâtre du Châtelet, Pastorale de Gérard Plesson en 2009, en el Théâtre du Châtelet, Turandot en la Scala, previsto para 2011). Colaboró además con la Compañía Royal de Luxe en 2005 para Une histoire d’éléphant; con Lille 2004, Capital Europea de la Cultura; con el Foro Internacional de Culturas de Barcelona 2004; con la ciudad de Nantes para Nantes, projets d’artistes (2001); y con la inauguración de Lieu Unique. También realizó video-clips y cortometrajes para televisión como Pierrick et Jean-Loup en France 3 (1994).

Entre sus obras figuran además una serie de cortos que son “autofilmaciones” como Réveils (1988) o Je m’ en vais chercher mon linge; instalaciones de carácter narrativo como L’Incident du bol renversé (1993), J’ai même gardé mes chaussons pour aller à la boulangerie (1993), Une vie bien remplie (1994); y pequeños espectáculos pseudoholográficos -L’Homme fatigué (1997), La Toilette du peintre (2001)-; como así también Vous êtes tous mes amis, un dispositivo audiovisual participativo (2008).

Sus exposiciones se presentan en el mundo entero, desde San Pablo hasta Moscú, pasando por Madrid o Seúl, como así también en los grandes centros de arte contemporáneo: Fundación Cartier, Centre Georges Pompidou, Tate Gallery de Londres, Museo Guggenheim de Nueva York, Museo Metropolitano de Fotografía de Tokio, la Bienal de Venecia, etc.

Estos experimentos diversos son atravesados por temas recurrentes, en particular por la duda sobre el valor de los objetos artísticos y sobre toda actividad humana. El aislamiento insoluble de los problemas existenciales y el repliegue sobre aquello que conduce al desdoblamiento de la personalidad son también parte fundamental de su trabajo.