Marea negra color sombra

El acontecer inmediato y casi eterno de unos seres desterrados, pordioseros de la soledad, deambulan entre los restos de sus mitológicas ciudades y pueblos lejanos, olvidados. Avanzan como una marea negra a escenas traumáticas y absurdas, entre músicas disonantes y lamentos apelmazados. En ese aparente “sin querer”, pareciera que sólo se tiene como alimento a la improvisación teatral y el director es quien brinda esos restos, resinosos, de alimento escénico con música y juego, que llegan de ese mismo mundo escénico. Este espectáculo, se crea sobre la marcha, como el mundo “real” que conocemos y no dejamos de inquietarnos ante la trama de un posible final. Entre danzas y escenas múltiples e híbridas, se acercan al ritual de los rituales, el teatro.

Esta orquesta multidisciplinaria está compuesta por un ensamble de 10 intérpretes (actuación, música y danza), una técnica de iluminación y un director.

La obra está dirigida para público de adolescentes/adultos quienes cumplen un rol fundamental. Antes de entrar a la sala, lxs intérpretes se aproximan a lxs espectadorxs y les recitan fragmentos de poesías y textos para que los continúen, y anotan en papelitos los poemas o sensaciones que el público vuelca escuchando estos fragmentos.. De esta manera, contribuyen al espectáculo escribiendo “disparadores” (propuestas, pensamientos, ideas.) que darán la iniciativa dramatúrgica para generar la composición escénica.

1 Histórico de funciones