Teorema de los balbuceos

Teorema de los balbuceos se instala en la liminalidad entre la performance o arte de acción, y el teatro. La pieza, de naturaleza híbrida, fue construida a partir de un archivo de imágenes abordado desde un entrenamiento físico, que las utiliza como disparadoras de la improvisación y la dramaturgia.
En esta pieza se aborda la exploración de un cuerpo performático que se expresa más allá del lenguaje, con la intención de que los intérpretes encuentren nuevas calidades de movimiento y ejerciten sus cuerpos con otros niveles de energía, convocando un estado extraordinario en lo escénico en contraste con lo cotidiano.
Estos cuerpos, en constante transformación, están sometidos a reglas conceptuales y compositivas que pueden, incluso, proceder de lenguajes no escénicos, que los contienen y, a su vez, redefinen su modo de estar en escena. El dispositivo escénico funciona como contenedor de estos cuerpos, potenciándolos en lo simbólico y ofreciéndoles un contexto, un paisaje de objetos que funciona como soporte de las acciones.
El guión de la obra se crea mediante improvisaciones disparadas por la puesta en práctica de ejercicios y escrituras basadas en teorías de género e imágenes elegidas al azar del cómic El Rey Mono de Milo Manara.