Acá va

Quiero tener las tetas con sabor a durazno y unas manos con el sabor salado del salame, una textura con cobertura de sesos. Que mis lunares sean chispas de chocolate y tener la nariz llena de olor a ravioles caseros. Así, comestible, dulce, deseada. Para algún día pudrirme, y que se asqueen de mí.