Ojos inquietos

En un día de tormenta conurbanera, Ignacio sale de su casa a hacerse su primer control de VIH. En ese pasaje, narra desde la óptica de un joven gay de morón, neurótico y obsesivo, los avatares de los vínculos y las emociones de la espera. Sus ojos inquietos, incapaces de esperar, buscan un apoyo en todo lo que se cruza. En su recorrido Ignacio pasa desde obnubilarse con un recepcionista, sentir en una enfermera el calor de una maestra de escuela y encontrarse en la sala de espera a una persona que lo bloqueó en una aplicación de citas. En ese trajín, la obra nos invita a reflexionar sobre la resignificación de las maneras de vincularse, de conectar con los otros y, en definitiva, de revalorizar la vida en compañía.