Chiaroscuro

"¿Qué hay ahí, dónde no podemos ver?", "¿Dónde se dejan tantas contradicciones?", son algunas de las preguntas que interpelan en la pieza.

Chiaroscuro se inspira en las obras del pintor italiano del siglo XVI Michelangelo Caravaggio. CHIAROSCURO refleja la luz y la oscuridad de las situaciones cotidianas, de los recuerdos reales y ficticios.

Tres intérpretes exploran los recuerdos y los deseos, desde diferentes puntos de vista y distanciadas de cada uno de estos momentos y de sus versiones anteriores o ideales. Cada intéprete aborda una etapa del ciclo de vida (niñez, adolescencia y adultez), y una perspectiva diferente de cada uno de estos, que durante la pieza fluctúa entre luz y sombra.

Los momentos siempre fluctuantes permiten visualizar a las tres intérpretes en distintas posiciones y respondiendo a la complejidad que implica crecer, confrontar pensamientos y a uno mismo, afrontar las pérdidas, cambiar de opionion o de deseo en el camino, mudar de piel.

El claroscuro, en arte, denota un fuerte contraste entre la luz y la oscuridad, que afecta a toda una composición, y como término de contraste utilizado para lograr una sensación de volumen en la representación de las tres dimensiones.

La pieza de danza - teatro CHIAROSCURO se basa en intensos debates que pretenden comprender y mostrar las dos caras de la humanidad. Esta pieza destaca la luz y la sombra del ser humano, en definitiva, los contrastes de la vida misma.

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