Que las hay, las hay

No hay nada peor que tener una vecina bruja. Sobre todo para mí, que soy un hada. ¡Mi vecina es tan molesta! Odia los días de sol y a los pajaritos, no soporta a los perros y aborrece a los vecinos. ¡Así no se puede vivir! Una de las dos se tiene que mudar. Tengo que pensar una solución, porque ella tiene la cabeza absolutamente hueca.

Lulú, el hada.

Las hadas mienten. Ponen cara de buenitas, pero mienten. La vecina insoportable es ella. Está empeñada en no dejarme dormir la siesta. En cuanto me acuesto, sale de su casa y hace que todos esos pajaritos desafinados se pongan a cantar. ¡Así no se puede vivir! Voy a tener que pensar una solución, porque las hadas nunca piensan.

Lilí, la bruja.

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