Tres de Arlt

En una oficina con un gran ventanal al río, que deja apreciar un cielo diáfano e infinito, acompañado del ir y venir de las embarcaciones, entre rutinarias acciones, sus empleados, pragmáticos y poco felices (cada uno con sus fantasmas y sus secretos) pasan las horas añorando el antiguo sitio de trabajo: Un sótano tan lúgubre como sus vidas. La queja como bandera y la resignación los ha convertido en autómatas sin mayor aspiración que la de volver al día siguiente, para escuchar los mismos reclamos de la supervisora, que estará más ocupada en resolver su situación sentimental con el director que en prestarles atención. En contraposición, el prototipo del "charlatán argentino", el que se las sabe todas para disfrutar de la vida, el que dice, pero no hace, el que "come, pero no paga", el de "la crítica constructiva" y la paja en el ojo ajeno, aparecerá para sacarlos por momentos, de su sopor, y desaparecerá a tiempo, no sea cosa que "trabajar" sea contagioso.
Pero. cuánto es posible resistirse a lo que se es, más allá de lo que parece, ¿o de lo que se cree ser? cuanta causalidad encierran ciertas "casualidades"? ¿Azar, suerte o destino? ¿Ironía o realidad hiriente? ¿Puede, una desgracia, transformarse en oportunidad? Mirar la vida y el momento desde otra óptica interpelará a estos personajes de diversas formas. ¿y el amor...? un tablero de ajedrez, donde hacer jaque mate puede que no sea ser el ganador.
Así se entrelazan estas historias cargadas de humor y humanidad (en su vasta acepción), basadas en los textos de Roberto Arlt "Un hombre sensible", "La isla desierta" y "Promesa de amor"