Cayetano Santos Godino, aunque la historia lo recuerda como el Petiso Orejudo, protagonizó las páginas más tétricas de la historia de la criminología de nuestro país. Su nombre quedó impregnado para siempre en el Imaginario Colectivo desde fines de 1912, cuando siendo un joven de 15 años se confesó culpable de la muerte de 4 menores.
Julio Ordano en su obra recorre los últimos años de Santos en la Cárcel de Ushuaia. Con cartas que nunca son respondidas, voces que reclaman hijos perdidos, recuerdos amargos de una infancia poco feliz.
Estas instantáneas funcionan como leitmotiv para contar la historia. La historia de un joven que el tiempo convirtió en leyenda, en mito urbano, pero en verdad ¿quién fue el petiso orejudo?
El texto no justifica sus crímenes y permite humanizar "al monstruo" que la misma sociedad creó.
A pesar que pasaron más de 100 años de los hechos que ocurrieron, la obra propone un debate, que sigue vigente en materia de discusión.
Clasificaciones: Teatro, Adultos
- SALA ROSITA ÁVILA (2019)