Todo puede estar mucho peor

" Todo Puede estar Mucho Peor", nos lleva a conocer la intimidad de Robert Days (Mauricio Debia), un afamado productor teatral devenido a menos. Los éxitos, para Days, ya no son tales; las taquillas no venden como deberían y los amoríos con actrices se volvieron un problema recurrente.
Para su desdicha, recibe inesperadamente la visita de Sebastián Umpierrez (Nico López), un viejo amigo de la adolescencia el cual necesita un lugar donde pasar la noche. Los recuerdos de la juventud, sueños inconclusos o frustrados y secretos guardados por años comienzan a surgir.
La debacle se suscita cuando otra visita inesperada llega la residencia Days. Sensual, provocadora y un tanto torpe, Carolin Brown (Natalia Camilo) entra en acción. Una curvilínea modelo de lencería, la cual debuta como flamante novia del productor, desata el caos al volverse cómplice de un sueño frustrado de Sebastián... ser actor.
La historia comienza a desarrollarse entre enredos e historias sin contar, para finalmente, recibir un tercer huesped en aquel piso de lujo. Del otro lado de la puerta, implorando perdón y compasión, está Antonio Díaz (Julio Lachs). Para todos, incluyendo a Robert, aquel visitante no era más que un "Muerto viviente".
Avergonzado de las andanzas de su padre, un fraudulento productor teatral y con una paternidad inexistente, es que Robert decide hacer creer a todos que su padre había muerto años atrás. Ahora, con el "cuerpo presente", no queda otra que intentar sobre llevar la situación.
Pese a que Antonio asegura haber cambiado su forma de vida, que se ha vuelto un hombre derecho, busca en su hijo el refugio y la bendición para una nueva relación amorosa que comenzó mediante redes sociales. Ella, su nueva novia, tendrá cita a la casa del productor con el fin de conocerlo. Pese a que ellos, no conocen tanto de esta extraña mujer.
No tendrá Robert más opciones que aceptar la visita de esta mujer, de nombre Urusula (David Rodriguez), y ayudar a su padre a conquistarla. El problema es que Antonio nunca dijo tener un hijo... dice ser el dueño de casa... que los amigos de Robert son el mozo y la mucama... y que él es el metre y no el hombre que ella espera. Ahora, Robert será Antonio, Antonio será Robert... y Ursula será Walter, un agente encubierto de narcóticos en busca de un cargamento de cocaína.
Los enredos se sucitan uno tras otro, sin saber quien es quien, ni como saldrá todo. Porque cuando creyeron que todo podría salir mal, surgió una luz de esperanza con que todo podría salir mucho peor.