El Dr. Fausto, abogado de causas perdidas y poco rentables (como la que esta farsa relata) debe
varios meses de alquiler, no pocas cuotas del seguro y una multitud de pagos hipotecarios.
Fausto se encuentra un día con su propio rostro en el espejo y se pregunta qué le queda por
vender. Decidido a negociarla al precio que sea, lleva a su joven y desnutrida alma a la oficina
del "Inframundo del Sur"; donde la escena transcurre y la transacción se efectúa, de manera
muy distinta a lo que el letrado espera y los espectadores imaginan.
Ficha técnico artística
Clasificaciones: Teatro, Adultos