Mauthausen

La voz de mi abuelo.

Desde su estreno el pasado mes de noviembre MAUTHAUSEN. La voz de mi abuelo ha cautivado al público logrando agotar entradas en prácticamente todas las funciones. También la crítica teatral ha sido unánime con este montaje y se ha rendido a la historia familiar de la actriz Inma González, a la que ha dado forma la dramaturga y directora Pilar G. Almansa. Es por ello que la obra ha conseguido dos candidaturas para los PREMIOS MAX 2019, la de Mejor espectáculo revelación y la de Mejor autoría revelación para Pilar G. Almansa.

Y esta historia a la que asistimos con el corazón encogido pero que, al estar contada de una forma tierna y divertida por Inma González, al final nos deja con una sonrisa en los labios, seguirá programada en Nave 73, pero cambiando de día. A partir del mes de abril MAUTHAUSEN. La voz de mi abuelo podrá verse los sábados a las 20h.
"En Mauthausen hubo gente que murió porque no tenían moral, se ponían
en un rincón y no se movían. Yo, como estaba todo el día de cachondeo...”

Manuel Díaz, superviviente del campo de concentración de Mauthausen.

Espectáculo sobre la fortaleza y las ganas de (sobre) vivir de los seres humanos.

Esa declaración forma parte de una entrevista que le hicieron a este exiliado español en 2003. En dicha entrevista, Díaz cuenta su huida de España tras la sublevación de Franco y el periplo que le llevó recorriendo Europa hasta el campo de concentración alemán de Mauthausen, en el que estuvo desde 1940 hasta la liberación del mismo al final de la guerra por parte del ejército estadounidense.

Manuel Díaz y su huida a nado de La Línea de la Concepción a Gibraltar, su paso por el ejército republicano, la dura estancia en el campo de refugiados de Argelés (Francia), cómo fue apresado por el ejército nazi, su llegada a Mauthausen, el trabajo en las canteras, el campo de exterminio de Gusen, los partidos de fútbol, la comida llena de gusanos, los piojos, el frío, el recuento, los andrajos, las muertes por agotamiento, las ejecuciones... incluso el episodio de cómo sacaron los negativos de las fotografías que Francisco Boix, otro preso español que trabajaba en el laboratorio fotográfico del campo, logró esconder y poner en un lugar seguro y que luego fueron pruebas fundamentales en los Juicios de Núremberg (la reciente película El fotógrafo de Mauthausen, dirigida por Mar Targarona y protagonizada por Mario Casas, está basada en esta historia).

Manuel e Inma. Inma y Manuel. Abuelo y nieta, una en la voz del otro, van relatando todos estos hechos con la calma y la sencillez del que ha presenciado la atrocidad. Sin alharacas. Sin dramatismos. Sin concesiones.

MAUTHAUSEN. La voz de mi abuelo, quiere transmitir el testimonio real de un protagonista de nuestra historia reciente, a partir de los recuerdos grabados directamente por él mismo antes de morir, a los que da vida Inma González, su propia nieta. Pero, por encima de todo, esta obra es un canto a la vida, a la fortaleza del ser humano, a la solidaridad y al humor como una estrategia, literalmente, de supervivencia.

MAUTHAUSEN. La voz de mi abuelo, es un espectáculo unipersonal que juega con el humor, la narración oral, el clown, el cuentacuentos y el monólogo multipersonaje popularizado por Darío Fo. Está concebido para todas las edades, pero orientado a un público adolescente, para que los jóvenes conozcan y asimilen al mismo tiempo los horrores de nuestra historia contemporánea y el heroísmo de una generación que aún hoy nos sobrecoge, algunos de cuyos protagonistas están aún, aunque por poco tiempo ya, muy cerca de nosotros.

La protagonista del montaje, Inma González comienza sus estudios de Arte Dramático en la Escuela de Interpretación de Jorge Eines. Recibe entrenamiento corporal de la mano de Hernán Gené y clases de voz con Daniel Jiménez. Ha completado su formación recibiendo clases de actuación frente a la cámara con Jesús Noguero y Sergio Milán, ha participado en el gimnasio de la voz con Concha Doñaque, hizo un intensivo de interpretación con el prestigioso pedagogo argentino Raúl Serrano.
Ha sido miembro fundador de la compañía Tejido Abierto Teatro de Jorge Eines y la compañía de teatro infantil Los Gorriones. En estos momentos está al frente de Trajín Teatro, una apuesta personal en la que está volcando todo su saber hacer en el escenario y en la gestión cultural.