Esperando el lunes

El encuentro del Joven y el Viejo en una plaza, nos muestra un laberinto de situaciones comunes, de sueños y posibilidades fantásticas, en donde el juego insistente del Viejo posibilita que el Joven se anime, se aventure, destrabe sus miedos y enfrente una realidad que, por momentos, es desbordante. La soledad de uno es la soledad del otro. La construcción de un edificio es la metáfora de los sueños y anhelos, de los miedos y las ausencias, de las historias perdidas y encontradas. "las mejores historias no se terminan nunca".

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