La vida privada de la libertad, las relaciones que tejemos en situaciones de encierro y el poder de aquellos que ejercen como cuidadores, son algunos de los temas que aborda la obra Bernarda Alba en Blanco y Negro de la directora y dramaturga Victoria Hernández y su compañía La Puerta Abierta, que llega al Teatro Charlot en corta temporada del primero al 24 de marzo.
Victoria Hernández a partir de su experiencia de tres años como directora del grupo de teatro de la cárcel de mujeres el Buen Pastor, donde monto esta pieza y vio en el teatro una herramienta para que las reclusas lograran exorcizar su dolor, e inspirada en la obra de Federico García Lorca “La Casa Bernarda Alba”, crea una nueva historia donde sintetiza en tres personajes, tres reclusas, las problemáticas de las mujeres en las cárceles. Todo ese círculo de represión que vive la mujer, tema fuerte en la obra en que se inspira esta pieza, se completa con la presencia de la guardiana, quien representa la moral, pero a la vez la impotencia frente a la injusticia y la directora del penal, Bernarda Alba, una figura postiza, reflejo de nuestra sociedad en donde lo importante es aparentar y no enfrentar la realidad.
“La población carcelaria es grande y todas tienen historias diferentes, por eso las agrupé en tres mujeres representativas que las pudieran resumir a todas, y decidí hacerlo desde el espíritu lorquiano; me fui a Lorca directamente: una de ellas es Lorca el revolucionario; otra es Lorca el que quiere comerse el mundo, el poeta, y la otra es Lorca el hombre débil y rechazado, el diferente, el castrado por la iglesia” afirma Victoria, pero además la obra se llama en blanco y negro porque en una cárcel no hay nada cálido, no hay nada intermedio.
Las cárceles son ese lugar donde no queremos mirar, nos avergüenzan y esta obra nos traslada a una de ella, a través de la puesta en escena ejecutada por el director de arte Miguel Goyeneche, donde los únicos colores son el blanco, el negro y los grises, que junto con las luces de neón y los sonidos producidos por las cadenas y las rejas dan un ambiente frío, metálico, como la música desgarrada que en algún momento suena. El maquillaje en las actrices, la propuesta de vestuario, la paleta, la iluminación, cada detalle pensado minuciosamente para que el público tampoco pueda escapar y por un momento conozcan parte de lo que ocurre en una cárcel y los seres humanos que allí habitan.
Bernarda Alba en Blanco y Negro nació en el marco del ciclo de Mirada Paralela de La Maldita Vanidad 2017 en homenaje a Federico García Lorca y ahora regresa tras agotar boletería en su primera temporada con un nuevo elenco que se intercalará cada noche.