La cantante calva

"espectáculo de innegable calidad y notable interés. Todo es íntimo y penetrante con el que se siente identificado el artista y el intelectual de nuestros días.

Es el "antiteatro" en el más puro sentido de la palabra. (...)

Teatro trascendente porque está poblado de imágenes poéticas, carece de artificios y habla a la soledad humana.

Crea teatro liberándose de todo lo que sea convencional e inauténtico" en Correo de la tarde. (25/08/1960)

"Ionesco tiene un estilo escénico metódicamente antitradicional. La Cantante calva, un estilo más superficial y menos comprometido que en sus obras anteriores, resume su concepción teatral. Desechar todo vínculo argumental organizado a sus personajes de acuerdo con las alternativas de algún diálogo insólito.

El espectador no puede contar con un anticipo lógico, la ilación queda a merced de las imágenes literarias, el manejo verbal siempre es brillante. El resultado es reflexivamente absurdo. La materia a la que Ionesco aplica ese estilo es igualmente absurda: al absurdo anecdótico suma el absurdo formal. Para que sea eficaz es necesario un tratamiento realista en los detalles que acentúa las oposiciones sugeridas en la obra.

Lavalle a la arbitrariedad del texto, agregó un desarrollo permanentemente arbitrario de el planteo de las situaciones .

Cuanto más normal e identificable sea el personaje más eficaces resultan las delirantes explicaciones. La versión de Lavalle desechó la sustancia de base humorística brindada por el texto." La Razón.

"La cantante calva es una sátira social muy bien lograda a fuerza de ingenio y vulgaridades perfectamente justificadas en el diálogo entre gente común por regla general. Prevalece una evidente intención espiritualista que llega al público y lo divierte hasta la carcajada" Noticias Gráficas.