Éxodo al norte

del Grupo Suri

1812. Guerra de la Independencia. Ciudad de San salvador de Jujuy. Manuel Belgrano, jefe del maltrecho ejercito del Norte. Inminente ataque del realista.
29 de julio el general emite un bando con una orden muy clara: retirada total y desalojo de la ciudad. El enemigo no debe encontrar nada, ni alimentos, ni animales de trasporte, ni objetos de hierro. Nada. ¡Nada! Todo aquello que no pueda ser transportado será quemado.
Tres semanas de intensos preparativos: decisiones, intrigas, dudas, tristeza, nervios,expectativas, un sin fin de emociones encontradas.
23 de agosto mujeres, niños, hombres de todas las edades inician el éxodo en carretas tiradas por bueyes; a caballo; a pie, llevando hatos, enseres y animales. Los rodea una fuerte humareda, antes de partir han prendido fuego a sus cosechas. Atrás el resplandor de las hogueras ilumina la ciudad vacía, abandonada.
Este hecho se conoce en la historia argentina como el Éxodo jujeño y es evocado con orgullo todos los años por la sociedad jujeña.
Mejor dicho ¡Deténganse! o ¡Alto! ¿Alguien lo estudio en la escuela?

En el 2002 se presenta un proyecto de ley para convertir al 23 de agosto en feriado nacional para conmemorar esta gesta patria realizada por todo un pueblo. Fin de la contextualización.

Ahora si a hablar un poco de Danza.
Éxodo al Norte investiga sobre los estados de ánimo de personas sencillas y comunes que se ven obligadas a enfrentar una situación nada sencilla: la de abandonar todo y partir hacia lo desconocido.