Sin ningún legado que le importe a nadie

Hablamos porque no queremos morir tan rápido. Hablamos para llenar y para vaciar. Seguramente decimos cosas que no son relevantes, pero ahí estamos, la una, la otra, balbuceando, susurrando, gritando, lloramos, nos quebramos y sabemos que al final del día nadie nos escuchará.