El hombre del Frac, o ¿cómo escapar de nosotros mismos?

El texto del joven y prolífico autor, Alberto Ramos, promete enredarnos, sonreír e incluso mantener el suspense hasta el final de la obra. Numerosos premios y cursos, avalan su trayectoria. Ha recorrido los escenarios de: Dublín, New York, Lima, México D.F., Madrid y por supuesto la comunidad catalana que le vió nacer. La primera lectura dramatizada de El hombre del frac, fue en el año 2015 en ATI Theather de New York.

Todo comienza con un disparo
Un vecino escucha el estruendo y en ese instante alguien llama a su puerta. Al abrir se encuentra con un hombre vestido de frac, maletín y una chistera. Es perseguido por un sujeto que reclama una deuda y está dispuesto a cobrarla como sea. El hombre del frac, se encuentra en plena huida y quiere esconderse de su acosador en esa casa. El anfitrión involuntario, se ve obligado a dejar pasar a ese hombre extraño, ataviado con un frac, a su vivienda. Una situación extraña y tensa. Lo que no sospechan ambos es que comparten circunstancias que les unen. Los dos huyen por causas diferentes. Pero ¿Qué sabe el hombre del frac del inquilino? También puede estar escondiendo algún secreto en su casa, una pistola; tal vez un cadáver. Los dos están sin escapatoria, huyen de si mismos, un enemigo al que es difícil dar la espalda.

Según la directora de El hombre del frac, Luz Altamira: "Es una obra que capta al público a través de toda una gama de emociones: risa, llanto, temor, y sobre todo, desconcierto que produce un desenlace sorpresivo. Un verdadero duelo interpretativo entre dos excelentes actores".