La feria de Cuernicabra

El argumento sigue la anécdota del funcionario lascivo sometido a la pena del Talión, que da lugar a la evocación de coplas, rondas y al juego alternado de bruscos pasos bailables.

"Mañas incursiona en la contraparte del romancero, la parte epigramática que asume el tono satírico y burlón. Luego nutre la mofa en la gracia suculenta de los adagios y de las canciones. Por supuesto que encuentra palpitante la tradición allí donde mejor pervive, entre la gente rústica. Y si bien el lenguje acude en modo llano a alguna ocasional crudeza, valga su casticismo para apartarlo de cualquier inferiorización del decir plebeyo y bajuno. Por el contrario, concurre al color y al sabor que constituyen los dos poderosos ingredientes del atractivo de "La feria de Cuernicabra"...La convención de un decorado ubicuo queda acentuada por algunos recursos puramente mímicos, sugestivamente aplicados. Sortilegio y limpidez de una farsa de moderno sentido expresionista que se vincula al candor de la ingenua Commedia dell'Arte y a cuyo hálito de ingenuidad y gracia de raíz aldeana no es ajeno el lirismo lustral de García Lorca... Sin otro instrumental que parcialmente el de una corneta, la obra no requiere voces cantantes sino saber modular y a María Asquerino no le falta aptitud" Clarín

1 Histórico de funciones