La presidenta de las Damas de Rojo de Los Andes ya no puede seguir dedicándose a su voluntariado. Bosco Cayo escribe y dirige esta obra que desde la comedia indaga en la memoria.
Decir lo que no se dijo antes que ya no se pueda. A eso se juntan, en parte, un grupo de las Damas de Rojo de Los Andes. Llevan los delantales rojos que las diferencian de las otras voluntarias de los hospitales que pululan con otros colores. Pero ahora no están recorriendo pasillos clínicos, sino que en la casa de la que era su presidenta, una mujer recién diagnosticada con Alzheimer.
Mientras la enfermedad la desdibuja, sus compañeras intentarán reconstruir su memoria, escarbando hasta revelar lo que se había mantenido oculto, de lo político a lo doméstico.
“Voy a echar de menos a la presidenta. No a ella, sino que a su cabeza. No su cabeza, sino que su mente, su idea”, dice uno de los personajes de la obra escrita y dirigida por Bosco Cayo (Leftraru).
Un montaje de la compañía Teatro Sin Dominio que desde la comedia negra indaga en la memoria.
Compañía Teatro Sin Dominio