Ciudades

(obra paisaje)

Quiero que estemos juntos en la ciudad desolada. En cambio llego, habito y parto... la ciudad es imposible. Mi ciudad son las canciones que canto. Tengo su recorrido grabado en cada movimiento de mi cuerpo. Entonces bailo la ciudad, cuando le siento el miedo, cuando me acuerdo de mi infancia. Porque todo no es más que eso que se vuelve posible en la ciudad infinita. Lo que quiero es encontrarte en el lugar donde la ciudad te duele y no despertar hasta que por fin lleguemos a la ciudad soñada. Es que la ciudad vive en mí, pero se desvanece apenas toca el aire...Tal vez la ciudad haya muerto. Igual la probemos, el olor de su textura, la ciudad que vive porque la inventamos. Y la llevemos con nosotros, donde sea que vamos. Como una mochila con lo indispensable, como una joroba de camello, como aquel primer regalo, como ese amuleto que dá suerte.