El grupo se apropió de esta pieza de concierto por la universalidad del dramaturgo francés. «Cuando un autor es verdadero es también universal; este es el caso de Anouilh. El drama de estas artistas frustradas, mujeres preparadas para la vida en una moral casi victoriana, es el resultado de esa contradicción que se emparenta mucho con la realidad que vivimos. Algunos de nosotros pertenecemos a una generación formada con criterios de realidad no exactos, pero en la realidad misma. La obra está situada en Francia en 1947 y es el drama de una generación de la posguerra. El lenguaje tiene un humor casi negro, con un contenido trágico y en una atmósfera de comprensión y ternura para esta orquesta de señoritas.»Los elementos escenográficos no distraen el clima interno de la obra. «La escena es un palco de orquesta situado en una ciudad balnearia. Es un decorado sencillo, para reproducir el clima que propone el autor. Los números musicales, señalados en la obra, a veces se incorporan al texto, y dan la misma sensación de fracaso que tiene como música. El montaje, sobre todo, está basado en la interpretación.»
- TEATRO PORTEÑO (2016)