En una vieja casona de Colegiales conviven los hermanos Stancovich, viejos campeones de paleta, junto con la esposa de uno de ellos. Estos dos hermanos con sus rutinas diferentes entre sí, pero iguales todos los días llevan una vida común y sin sorpresas para ninguno de ellos. Los tres, docentes jubilados, viven sin sobresaltos su vejez; hasta que aparece Mauricio un hombre que dice ser hijo de uno de ellos, ya que su madre fue nada menos que un trofeo que se disputaron los hermanos en sus años juveniles; los dos dicen ser el ganador hasta que Mauricio opta por uno de ellos y decide agasajarlos de una manera especial que lleva a un final absolutamente sorpresivo e inesperado. Esta es una obra donde, dentro de lo cotidiano se hace un verdadero culto del teatro del absurdo, debido a la pluma genial de Tito Cossa, donde se conjugan la ternura con el desamor, la envidia con la admiración y el amor con el odio, llevándonos a un final a cargo de Mauricio que nos hará pensar en las consecuencias del abandono.
Una obra para admirar, una obra para degustar, una obra para pensar, una obra para divertirnos a pesar de todo debida al genio de este maestro de la dramaturgia argentina contemporánea. En suma una obra para ver