Carlos e Irene, tienen entre 30 y 35 años aproximadamente, y componen una pareja de clase media que comienza a padecer el desgaste de su relación causado por la rutina y la frustración de sus proyectos personales. Carlos es ingeniero y trabaja como empleado en una empresa constructora, lo que no lo satisface profesionalmente. Irene se dedica a las tareas de la casa y a atender a su pequeño hijo, dejando de lado su carrera profesional y su gusto por la pintura. El hastío que siente la motiva a querer revertir la situación. La inconformidad que ambos manifiestan con la vida que llevan provoca que discutan por motivos mínimos.
La visita de una pareja de amigos, Víctor y Nora, produce la eclosión de la situación crítica que estos personajes estaban padeciendo. En medio de la conversación que los cuatro mantenían, Carlos se entera de que Irene está planeando salir a trabajar para obtener dinero y continuar con sus estudios de pintura, noticia que ella mantenía oculta ante la posible reacción negativa de su marido. Efectivamente, Carlos censura esta decisión recriminándole a su esposa el delegar la crianza de su hijo.
La situación económica es otro de las temas que contribuyen a la crisis de esta pareja. Carlos siente que la obligación que tiene de mantener una familia y en especial un hijo, lo obliga a realizar un trabajo que no le gusta y que no le permite hacer algo que lo apasione.
La discusión que se establece entre Carlos e Irene, no sólo hace evidente la crisis que hay entre ellos sino también la crisis que padecían los integrantes de la otra pareja. Los personajes de esta pieza nos muestran el fracaso de los mandatos sociales y la infelicidad que esto produce. En medio de la crisis que los afecta, ellos intentan recuperar su identidad.
Clasificaciones: Teatro, Adultos
- TEATRO PAYRÓ (1976)
- 11/09/2011 - Rovner, imagen e imaginación - Por: María Natacha Koss