La obra tiene una trascendencia en el tiempo y el espacio. Su temática es no sólo una deuda pendiente de la memoria de los argentinos, sino también una situación recurrente a lo largo de la historia de la humanidad en todos los confines del mundo.
La acuciante lucha del ser humano por conseguir sus derechos, y la intransigente rebeldía de aquellos que quieren coartarlos.
Los diálogos y acciones de los personajes nos hacen entrar en su mundo, para atravesar, al menos como espectadores, sus sentimientos, emociones, preocupaciones.
Los ideales de revolución y liberación de Valeria se ven truncados cuando es capturada por un grupo de torturadores. La búsqueda y objetivos de Marcelo, quien con astucia intenta recabar información para perpetrar sus planes, son interpelados por el silencio y la resistencia de Valeria. La complicidad de Carmen, metáfora de la de muchos en esa época, es testigo de las atrocidades de una época que todavía nos duele.
En la memoria viva de los argentinos se introduce un ápice más desde el quehacer cultural y teatral, para seguir homenajeando a los que nos legaron nuestra existencia.
(si queda lugar lo siguiente)
La puesta en escena tiene un tono realista. Las actuaciones, neutras y despojadas de extravagancia, intentan reflejar el sentir universal de una persona confinada a la reclusión.
La escenografía austera cuenta con un mobiliario minimalista. Una cama, una mesa, un ropero y la insinuación de un baño en un costado del escenario, son más que suficiente para recrea la historia.
El vestuario y el maquillaje complementan la puesta desde una propuesta estética naturalista, enmarcada en los años finales de la década del 70. La iluminación, acorde al tono de las actuaciones, genera clímax realista y se utilizan los rojos para efectos especiales en situaciones concretas.
Las imágenes en pantalla ilustran con dramaturgia seleccionada los pasos de tiempo. Para ello contamos con la disponibilidad y predisposición del archivo de la memoria, que facilitó imágenes reales de la época en que se recrea la historia.
El clima es muy intimista, de modo que el público se encuentra cerca de la escena.
- AUDITORIO LOSADA (2015)