Me detuve por 1 segundo, luego caminé hacia el teléfono y levanté el tubo. Lo apreté fuerte contra mi oído y respiré hondo. Podía sentir como mi oreja se ponía tibia por la presión. Ni una palabra. Solo la nada vacía del tono de llamada. Tono que contiene todo en su más absoluta simplicidad.
Cuando exhalé fue como si de repente el universo hubiese recuperado su natural pero extraño estado de silencio y entonces podía sentir la tierra levantándose bajo mis pies. Tenía el peso de una estampilla, parada en la punta de una aguja en el borde de una nube. El viento rugía con fuerza pero, por alguna razón, aún no podía llevarme. Mis labios se movían. Muy despacio, una música frágil goteaba de mi garganta y se iba convirtiendo lenta pero irremediablemente en un leve gemido, casi indetectable..
Luego, silencio de nuevo...
Pongo el tubo cerca de mis labios y casi susurrando digo:
Ellos me dijeron ayer, o quizá fue antes de ayer, no importa ahora. Pero creo que tengo la respuesta a tu pregunta: es una historia de amor. Como mínimo, una muy extraña historia de amor. Pero ¿cuándo no es un poco extraño el amor? Es algo por lo que algunos de nosotros vivimos, lo buscamos toda nuestra vida o incluso por lo que podemos morir. Sin embargo, no podemos explicarlo ¿Cómo puede eso no ser raro? Quizá es un poco cursi o sentimental estar hablando del amor. Incluso puedo escuchar como cambia la entonación de mi voz cuando lo digo. A pesar de que hago que suene como algo indeseable y rosa, yo creo en el amor.
"El amor está donde lo encontramos. Pienso que es tonto estar buscándolo e incluso puede ser tóxico. Quisiera que las personas que se supone que por convención se aman se dijesen cuando pelean: "por favor, un poco menos de amor y un poco más de decencia."
Apoyé el tubo en su lugar y mientras me alejaba, el teléfono empezó a sonar.
Escrito por Kjartan Omarsson, 2012
Clasificaciones: Danza
- TEATRO PRÍNCIPE DE ASTURIAS (2013)