Sigamos jugando

Sigamos Jugando es una obra de teatro de nuestra creación que nació como una expresión de libertad y esperanza ante esta sociedad posmoderna en la que vivimos. Sociedad que nos presenta un mundo de desencanto, de grandes simulacros, que confunde valores con antivalores, donde el hombre se siente fragmentado, se encuentra tironeado por distintas propuestas vacías que carecen de certeza. Sirven para pasar el momento, pero no son permanentes.

Sigamos Jugando es un espectáculo sin palabras:
Es una combinación de música, danza, acrobacia, clown y expresión corporal donde no utilizamos las palabras, la acción comunica más y posibilita más lecturas.

Sigamos jugando en una especie de zapping dramático:
es un conjunto de distintas escenas que después vos las armás en tu cabeza. Incluso hay escenas que para cada uno van a tener distinto significado. Sigamos jugando es una obra donde el escenario no es lo más importante: los actores constantemente están interactuando entre el público: te hacen participar, te hacen reír, te hacen enojar, te hacen llorar… te hacen pensar…
El porque del nombre “Sigamos Jugando”.

Hoy gran parte de la sociedad intenta mecanizarnos, estructurarnos, convertirnos en objetos de producción y se olvida del “ser humano con sentimientos”, de su libertad.

El juego generalmente se relaciona con los niños, estos, cuando juegan se sienten libres, creativos, congruentes. El juego ayuda a romper estructuras, ayuda a desplegar las potencialidades de cada persona, a socializarse, a comenzar a tomar roles en la sociedad, a desarrollar nuestras capacidades físicas.

1 Histórico de funciones