El Percusionista

“Una caricia de tu mano llevará tu nombre. Una bofetada, el de tu pueblo”

Un músico anciano instruye a su nieto a través de la música. La vida en la aldea, las costumbres y la cultura africanas viajan de una generación a otra a través de los ritmos del percusionista. Cumpliendo el dicho africano: "los días que hacen crecer a los niños, son los mismos que envejecen a los ancianos," el abuelo cae enfermo, consecuencia de su vejez. El afán por curar al anciano obliga al muchacho a dejar su aldea y emigrar a Europa, llevando consigo únicamente el saber de su pueblo encerrado en las melodías y ritmos africanos tradicionales.
El Percusionista es un espectáculo que reúne las tres condiciones de la tradición cultural de nuestros ancestros: informa, forma y entretiene.
Una obra interactiva en la cual el público juega un papel importante; el espectador viaja con el personaje, compartiendo sus historias, su música, sus canciones y su visión de la vida.

El Percusionista es una obra teatral escrita desde la ilusión de que el teatro africano comenzara a difundirse en castellano y con el anhelo de contar lo fascinante que es Africa: la cultura, la tradición oral, las filosofías ancestrales y sobre todo, la importancia de la música para los africanos.

El protagonista cuenta su historia- que incluye la emigración a Europa en busca de mejores oportunidades- sostenida sobre la relación especial que mantiene con su abuelo. Es una historia de tradiciones, de cultura y de vida.

“Si la vida es como la música, llena de ritmos,

el mundo entero es una gran orquesta en la que

cada ser humano es un instrumento musical.

Cuando toques, hazlo desde el corazón”.

Un músico anciano instruye a su nieto a través de la música. La vida en la aldea, las costumbres y la cultura africanas viajan de una generación a otra a través de los ritmos de El Percusionista. Cumpliendo el dicho africano: “los días que hacen crecer a los niños, son los mismos que envejecen a los ancianos”, el abuelo cae enfermo, consecuencia de su vejez. El afán por curar al anciano obliga al muchacho a dejar su aldea y emigrar a Europa, llevando consigo únicamente el saber de su pueblo encerrado en las melodías y ritmos africanos tradicionales.