La célebre diva Alicia Bonafé vende su suicidio a la popular Monina Monet -una famosa periodista televisiva- buscando levantar aún más el rating que su figura dispara.
Un verdadero duelo para dos actrices. Una obra cruel y negra que, en tono de comedia irónica, reedita la relación de la audiencia con los medios.
Desean el éxito a costa de todo, incluso si el precio involucra a la muerte, es el elemento que sirve a estas dos mujeres para desarrollar un juego perverso y peligroso pero, aparentemente, sumamente ventajoso para ambas.
La obra muestra la cruda realidad en que vive la sociedad actual donde lo mas importante es, sin importar que sea cierto o no, la exposición de una situación limite y extrema para lograr captar la atención de quienes consumen y conforman el éxito mediático.
Querer ser quien uno no es realmente es intentar dibujar una realidad para ser aceptado por quienes hacen del otro alguien superior.
No tienen a nadie. Se tienen a ellas. Ni siquiera el público es de ellas. El público es de quienes ellas inventaron. La realidad es que se necesitan mutua y simbióticamente para crear un mundo irreal que las haga felices, porque fuera de ese mundo mágico, lleno de éxito y superficialidades, les acecha la soledad, el horror, la angustia, la hipocresía, el dolor y la frustración de no ser ni saber quienes son
La realidad se mezcla con la ficción sin definir donde se asienta el límite de cada una. La television profundiza esta zona borroza en donde lo público y lo privado se fusionan desconociéndose donde termina uno y empieza el otro.
La premisa es invitar al espectador a ser testigo de la producción de este entramado, experimentando sensorialmente la percepción mediante no uno, sino varios prismas, a través de los cuales apreciar la misma realidad, seguramente acotados también, pero seleccionados cuidadosamente desde la composición dramatúrgica, la dirección actoral, la distribución del espacio y el soporte tecnológico.
Es, en definitiva, la reacción del espectador la que termina de conformar esta obra y en ellos está plasmado nuestro desafío. En la capacidad de comprender que es cada uno el que construye su propia verdad y, a partir de allí, la realidad común.
Este espectaculo cuenta con el apoyo del Instituto Nacional del Teatro
Producción: Grupo Layave