15 Funciones 15

“Hubo un tiempo en que era fácil cruzar el río. Cambiar la vida. Cambiar la historia. Cambiar el mundo. Hubo un tiempo en que la realidad parecía no ofrecernos resistencia. Bastaba desear nuestros deseos, desearlos fuertemente para que se volvieran reales. Hubo un tiempo en que los sueños fueron ilimitados y las acciones también. Ese tiempo murió y muchos murieron con el. Acaso la pirueta increíble de algunos tipos de hoy, de algunos empecinados de las causas perdidas, sea la voluntad de mantener en pie los valores que justifican vivir. Si esto que hoy vivimos, si este mundo azaroso, si esta pirotecnia de la injusticia es lo que reclama nuestra resignación, no se la daremos, dicen esos tipos, los empecinados. Hay miles de motivos para no hacer nada, hay millones de sensatas razones para declarar la Derrota Universal y quedarse en casa con la televisión y el matecito, viendo crecer el pasto y corretear a los pibes que no saben lo que les espera. Sin embargo, no. Porque los obstinados son asi. Son los que dicen “no” en un mundo en el que todos obedecen.

Son los que dicen “Señores, digamos la verdad: esto es una mierda. Que nadie nos quite el derecho a inventar algo mejor. Y así, esos tipos, los obstinados, hacen cosas, muchas, porque hay que hacer mucho para que algo cambie. Y escriben, dicen palabras sobre un escenario, tocan músicas, recitan poemas de amor y de furia. Acaso el futuro (como antes solía creerse) no les pertenezca. Pero nadie les quita este presente, nadie les quita esta noche, porque tiene la belleza impecable de las cosas que empiezan. "

Juan Pablo Feinmann

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