Lunes, 04 de Diciembre de 2000
Vater und Sohn
Comienza la obra y nos encontramos con el espacio de un pequeño sobrio cuarto (cómoda, catre, dos sillas) donde se desarrollará la acción de la obra. Aquí se va a entablar la relación entre un padre y un hijo que intentan festejar el cumpleaños del padre, dentro de lo que permite las diferencias ideológicas, de caracteres y defectos de estos personajes.
En Vater und Sohn (padre e hijo), los actores utilizan el modo de hablar castellano manteniendo la caracterización del tono idish. Las actuaciones son cálidas, especialmente por la relación óptima que lograron establecer de este lazo filial que los une.
El problema surge del texto. La tragicomedia como su nombre lo indica tiene que contener elementos trágicos como tambien elementos cómicos. Si bien esta obra contiene los elementos propios del género, decae cuando lo trágico no termina de estar bien definido y lo cómico deviene de estereotipos. Un hijo de judíos desea ser nazi y representa todas las características estereotipadas del mismo, así mismo el padre representa el arquetipo del idish vater.
Pero bien, tal vez si a la obra se le agregarían unos minutos, este problema se resolvería. Creo que en un espectáculo, más allá de su duración, se tienen que condensar todos los signos que se quieran o requieran resaltarse. Diría que las obras no son ni largas, ni cortas, sino justas. Cuando uno ya expresa el tema de la duración, es que algún elemento no está funcionando en la mecánica teatral. Con unos minutos más, y haciendo hincapié en ello, tal vez se terminaría de leer el contenido ideológico del espectáculo.
La iluminación, la música, resultan buenas elecciones en el transcurrir de la obra. También se tornan interesantes las detenciones de los personajes mirando al público en silencio. Estampas de un estado de ánimo que preparan el clima adecuado para los diálogos que pretenden mejorar los vacíos que surgen por las diferencias en este encuentro.
La tragedia de un hijo que desea matar al padre obviamente no se concluye , parece no estar seguro de lo que le puede deparar el nazismo. Prefiere, tal vez, hacerle creer al padre que tuvieron los mismos sueños.
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