Tres tristes actores

Tres actores vagan eternamente por infinitos teatros espectrales. Han sido castigados por fuerzas divinas e incomprensibles:
Están destinados a ensayar, a montar y a estrenar obras frente a un ente místico que reside en las penumbras del anonimato: un público compuesto de dioses.

¿Cuánto falta para que termine el castigo?
El cansancio físico, el dolor del alma, la infructuosa búsqueda de la sublimación y la trascendencia, la reiterada competencia contra el tiempo destinado siempre a ganar, y el amor por el oficio, son los signos que manifiestan los tres tristes actores, para poder finalmente recibir el aplauso que tanto buscan.

Y seguir.