¿Cuánto tiempo uno sigue siendo hijo cuando ELLA no está?
Dos tipitos se encuentran en la escena para responder esta pregunta.
Y en el viaje se pierden. Y perdidos, se terminan encontrando HIJOS.
Ser hijo es un mandato.
En esta obra hay Madres presentes. Madres ausentes. Madres que besan. Madres que pegan. Madres madres.
¿Cómo hago hoy para encontrar la puerta que me lleve a la reconciliación, cuando ella no está?
ACTUANDO.
Esa es la respuesta que encuentran estos dos tipitos en escena. Haciendo sus morisquetas y riendo sus penas.
Ya que el escenario es el único espacio que conocen para hablar de ELLAS, con ELLAS.
Así, todo se vuelve TEATRO, lágrimas y comedia.
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Palabras del director
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Hay una manera de construir una madre. Ella me dijo que cuando ELLA ya no estuviera acá, la deje tranquila. Que bastante la había hinchado en vida, como para que también la anduviera nombrando en su ausencia. Cumplí. Durante muchísimos años así lo hice, ni “mu” dije de ELLA. ELLA se fue o la fui desvaneciendo despacito, despacito dentro mío. Pero un día pasó que todos esos silencios se hicieron un gran grito, y mi boca no pudo más que decir, y mi mano no pudo más que escribir esto que escribo. Y muy a mi pesar, ELLA se me fue haciendo presente. Un presente fragmentado. Roto. Húmedo. Viscoso les diría. Casi sin darme cuenta me encontré envuelto en la costura de su cuerpo y, puntada sobre puntada, la fui acercando a mi orilla. Yo no tiré la caña. Yo no puse carnada en el anzuelo. Yo soy mi propia carnada. Mi propio anzuelo. Y esa ELLA en mí, me mordió, fuerte. No quedó otra, entonces, que ir trayéndola poco a poco al remanso de estos renglones.
Lo que fue volviendo ya no es una ELLA completa. Sólo son jirones de una carne desgajada. El tiempo es tiempo y actúa con su impávido tic-tac, gastando los recuerdos. Ellos retornan ahora con otro lustre. Yo los tomo, los miro, los sigo. Algunos tienen una voz tan chiquita que cuesta mucho reconocerlos. Arrimados nuevamente al sol, luego de tanto, los voy hilvanando, armando esta malla de historia. ¿Qué busco? ¿Por qué ahora? Será que necesito encontrar un instante vívido que me responda una pregunta: ¿Cuánto tiempo uno sigue siendo hijo cuando ELLA no está?
Y este viaje es sí, si es en grupo. Solo estoy perdido, junto a ellos creamos un rumbo. Rumbo de escena, de estreno, de hacer. Lucas Foresi actúa brindándose sin límites al juego. Ingrid Hedrich siempre está, escucha, hace y rehace con pasión, dándole contención y diseño a todo el proyecto, generando cuerpos / personajes que respiran presencia. Daniel Clavel es una tromba luminosa que se hace materia. Entre todos vamos urdiendo la trama y en ella, ELLAS son MADRES.
Agradecimientos: Herminia Serki, Beatriz Foresi, Graciela Valle, Ada Mestre, Hernán Quarchioni, y al Teatro BORDER, en especial a Marina Lamarca y Carmen Fillol.
Clasificaciones: Teatro, Presencial, Adultos
- TEATRO BORDER (2024)