La autora muestra las consecuencias de una forma de borramiento de la identidad, en una licuación de la propia condición humana. Otra forma de tortura, de anulación ejercida por secuestro de la personalidad, basada en la negación del nombre propio. Señala La de manera sensible y profunda, cómo esta negación se ejerce mediante actantes del poder dominante sobre el que lo carece. Una "muchacha" que trabajo toda su vida como empleada doméstica relata frente a "oyentes" quien sabe un juez, quien sabe doctores, trabajadores sociales, testigos de su relato de vida en la que la señora ya adulta revive y recuerda como fue despersonalizándose por factores sociales y no individuales de tipo psicológico. Como el NINGUNEO social del sujeto puede llegar a dejar sin carácter de persona al sujeto social. Como las patronas sucesivas al cambiarle su nombre propio sin dar cuenta de lo terrible para la persona y su identidad logran sacarle el carácter mismo de PERSONA VIVA. Los textos de la autora se suman a la puesta austera y minimalista que focaliza la actuación por sobre todos los signos teatrales. La actuación denota un gran despliegue emocional hallando matices y momentos en los que increpa al espectador, se mete en su espacio increpándolo, cuestionándolo, preguntándole, llenándolo de imágenes propias. La puesta permite evocaciones personales, cuestionamientos individuales y colectivos hacia una sociedad llena de injusticias y divisiones que nos fragmentan y separan y hasta olvidan. Una obra sensible capaz de conmover hasta espectadores no asiduos al teatro. Fácil de comprender y sentir.
La puesta en escena concretiza los efectos de un texto profundo y cuestionador. La visión del personaje termina siendo una indigente que quien sabe le presta testimonio a doctores, abogados. No se define ni por la autora ni por la dirección donde está. Si en una plaza olvidad si en la calle, o quizás en un manicomio. Ni el texto ni la puesta definen el espacio escénico para no limitar la imaginación al espectador y lograr así trascender tiempo y espacio real, mimético de lo real. Cualquier espacio y tiempo podrá ser aceptado en el imaginario de quien especte la puesta.
Hay sonidos y efectos lumínicos que sirven para acentuar el hilo dramático y la sucesión de relatos. Vale decir que desde la dirección general se decidió acentuar al actor-sujeto y su despliegue por sobre cualquier otro uso tecnológico. Es por ello que el golpe al corazón tanto del texto como de la puesta son el objetivo y constituyen la estética principal de esta obra.
Clasificaciones: Monólogos, Teatro, Presencial, Adultos
- EL ESPIÓN (2022)
- 07/02/2013 - Aroma a teatro independiente - Por: Edith Scher