No hay que llorar

Una familia de clase media venida a menos, cuyos integrantes acuden a una reunión que queda a medio festejar. Dos mujeres que pugnan por defender, cada una, sus propios intereses. Tres hombres ya adultos en el rol de hijos desangelados por el aparente desamor de una madre que en el día de su cumpleaños sufre un percance en donde su salud le juega una mala pasada. ¿Hasta dónde el amor de una madre puede perdurar y mantenerse en estado puro? ¿Hasta dónde el amor de los hijos puede sobrevivir a la mezquindad? Una intensa paleta de colores en donde seis personajes ponen de manifiesto sus debilidades, sus ambiciones y miserias. Un laberinto en donde todo está permitido, salvo las lágrimas, porque aquí, no hay que llorar.-