Pieza breve, pero impactante, con una estructura casi "higiénica", para llamarla de algún modo.
Un hombre común que ha pasado los cuarenta es llamado a revisación para alistarse en el ejército. Será recibido por una teniente bastante particular, que deberá darle el alta a cualquier precio. Los cuestionarios, las preguntas, las averiguaciones, el "urgar" en la vida del otro, el meterse en lo ajeno; la indagación, la exploración del cuerpo, la apropiación del sistema que hace al ser humano herramienta de guerra, nos llevan poco a poco a dejar de reírnos como espectadores para involucrarnos en la inquisidora historia. ¿Quién está preparado para ir a la guerra? ¿Quién tiene derecho a sacarnos la sangre, la identidad? ¿Quién está habilitado a husmear nuestra orina y sacar conclusiones de nuestros hábitos? ¿De qué nos sirve saber que nuestra presión está estable hasta el momento de entrar en la batalla? ¿Qué es un cobarde?
La puesta en escena está al servicio de los actores y la historia. El escenario, dividido en dos espacios: militar y hospitalario, dos aspectos que se entrecruzan rompiendo los límites de los derechos humanos.-
- DOMUS (2012)