Remedios para melancólicos

Nos convocamos a un encuentro para participar de una construcción colectiva. Un acto de creatividad inédito e irreproducible. Tomamos un teatro por asalto "espontáneo", para contarnos historias y a partir de allí, producir una puesta en escena en la que los espectadores se vuelven por algunas horas actores de sus propios dramas, que adquieren así, el carácter de representación. Su objetivo es el de crear un hecho estético, un acto de resistencia a la cultura impuesta, una provocación a una existencia conformista, un intento terapéutico de lo individual y lo colectivo, una incursión por nuestra improvisación creativa, el placer infinito de estar y escuchar historias al uso de nuestra infancia, cuando nos ayudaban a dormir conjurando todos los miedos. Definimos este espacio como de Resistencia Cultural porque "...la resistencia es creación, producción de una subjetividad alternativa con nuevas imágenes de deseo y de modos de vida. La liberación es la producción de un ejercicio contracultural, como oposición a la tristeza, a la impotencia, al aburrimiento de la sociedad. El encuentro es la rebelión a la imposición de modelos culturales".