Tangentes alude a esos puntos comunes que sólo se tocan cuando coincidimos en ciertos lugares emocionales en los que nos hemos encontrado todos en nuestras relaciones de parejas.
A traves de la ironia la lírica a ritmo de chacha, con mímica cuando se precisa y lenguaje verbal cuando se hace imprescindible, utilizando momentos el sarcasmo, tangentes expone eso que no contamos al otro en la experiencia amorosa sólo por miedo a quedarnos solos. Aquello que frustramos de nuestra personalidad para mantenernos al lado del ser amado. O poseidos, absorvidos...o incluso anulados antes que solos.
Habla de esa forma de acercanos acosados por nuestras propias ansiedades que nada tienen que ver con el amor pero que utilizamos facilmente culpando al otro de incompetente por no lograr llenar el vacio en el que ya viviamos antes que conocer al "amado/a".
Tangentes alude también a nuestros miedos a dejarnos sentir vulnerables al otro y propone otra forma de relaccionarse desde un nucleo personal mas solido en la que el individuo comparte desde su integridad no desde la necesidad.
La propuesta para el público es entrar en el propio monologo del actor haciendo suyo un pensamiento que es común a todos, en un lugar donde el tiempo y el espacio dejan de existir.