Buscando petróleo, Herbert Kahmer, su esposa Eva, y su ayudante Edgard Bron, llegaron a un país en el que nadie espera encontrar riqueza alguna. Un país del que las "grandes sociedades" ya se han retirado. Eva, encerrada, se dedica a beber y pensar. Gomua, su mucama, es el único contacto con el afuera extraño y amenazante. Eva va cayendo cada vez más y más en un estado de locura en el que sus visiones la atosigan y se hace presente Elsa, que irrumpe y la persigue para enfrentarla con sus más profundas y brutales contradicciones. Le devuelve otra mirada, la visión de los nativos, quitando inevitablemente el velo y llamándola a cumplir la profecía. Cuando los hombres por fin encuentran un yacimiento, esta frágil y enferma sociedad encuentra su equilibrio. Las figuras de Lukas Bärfuss se enfrentan consigo mismas. Se han olvidado lo que significan la felicidad, el amor y la patria. Su saber sobre la corrupción, la violencia de la cual se sirven para poder sostener sus propias neurosis, mentiras y miedos, muestra al europeo occidental como un ser encerrado en su ignorancia y autocompasión.
Comenta el autor sobre la obra:
La irrupción de lo irracional en la vida de Eva, su locura, no es más que nuestra normalidad cotidiana. A todos nos va como a ella o parecido. Tenemos que vivir con contradicciones evidentes. La pregunta en Petróleo – la pregunta de Eva – es: ¿qué sucede cuando esto no funciona más, cuando esta estrategia de separar y dejar de lado ya no funciona, cuando los fantasmas quedan? ¿Sigue siendo entonces posible continuar viviendo esta vida, seguir buscando la pequeña felicidad? Y sólo puede formulársele la pregunta de esta manera al teatro, pues en el teatro hacemos, lo que también hacemos en el resto de la vida. Miramos, comprendemos y no hacemos nada.
Cuenta el grupo de trabajo:
Somos un equipo dedicado al desarrollo creativo de obras teatrales, con el propósito de difundir y fomentar el intercambio de cultura y teatro entre los distintos países. Es así que emprendimos el camino de la autogestión, combinando procesos creativos con el objetivo de hacerlos concretos.
Somos un grupo que entrecruza culturas. Nos interesa revisar, experimentar y transitar el intercambio que se produce a través de Los diferentes componentes tanto dramáticos, escénicos como humanos.
En esta oportunidad nos proponemos un gran desafío: la puesta en escena de la obra del autor suizo Lukas Bärfuss, "Petróleo". La misma fue estrenada en el año 2009, en la ciudad alemana de Berlín por el Deutsches Theater y constituye una de las obras más recientes de este prestigioso autor.
Descubrimos en ella una reflexión profunda sobre la construcción de la otredad y los subterfugios con los que el hombre se evade, para tolerar y justificar su confortable modo de vida.
Cuenta el director Georg Tielmann:
(Entrevista y traducción al español: Verónica Celery)
Cuando me preguntaron si estaría dispuesto a dirigir Petróleo, primero reaccioné con escepticismo, porque desde un punto de vista alemán, esta obra produce algo de extrañeza. Para nosotros, es como si todo este tema hubiese quedado relegado a los libros de historia. Pero, por supuesto que nosotros, los europeos, nunca hemos terminado de saquear a países más pobres o menos desarrollados, o, mejor dicho, menos poderosos. Y al mismo tiempo, la mayoría de los europeos saben que otros deben morir de hambre, mientras en Europa la comida se está pudriendo por la sobreabundancia. ¿Pero vamos a alterarnos por ello? Esto, en general, lo dejamos en manos de los adolescentes que justamente están tomando conciencia de ello o a Greenpeace. Y los acompañamos con nuestra mayor comprensión. ¿Y?
Cierto: Todo sigue sin que nos detengamos a pensar un solo minuto. Y el que aún se siente mal por ello, bueno, ese hace una donación a Greenpeace, a la Cruz Roja o a alguna organización de beneficencia para liberarse de sus culpas. Para decirlo en pocas palabras: el tema ya se encuentra tan relamido y desgastado como la revisión de la Segunda Guerra Mundial. Lograr que la gente se interese o movilice por este tema en Alemania es más que difícil.
¿Qué es entonces lo que me interesa de este material? ¿Qué me importa la injusticia de este mundo? ¿Es que acaso me interesa en absoluto? En los 80, salí a la calle con mis padres a exigir la liberación de Mandela. ¡Y esto en Wuppertal! Es decir, casi en un pueblo de mala muerte. Era mucha la gente que se movilizaba entonces por la liberación de Sudáfrica. En aquella época yo tenía 9 años. Hoy tengo 30 y comienzo a preguntarme, si estoy lo suficientemente curtido como para poder decir que mi vida es lo único que me importa y que me da igual, si cada par de minutos alguno muere porque alguien necesita ganar dinero rápidamente. “Eva”, la protagonista de la obra, en este punto seguramente diría que, por favor deje de lado estas trivialidades, o que, no le gusta la manera en que hablo. Y, a mí, tampoco me gusta. Y esto es justamente lo que me interesa de la obra. Que de una vez por todas tengamos que hablar realmente sobre esto, que cuando alguien dice la verdad, la cruda verdad, nosotros criticamos el modo en que se expresa. O, dicho de otra manera, que el no querer escuchar no sólo se haya convertido en una conducta colectiva, sino que además ya forma parte del buen tono, de la buena educación. Y esto me parece un fenómeno ciertamente interesante que puede ser tratado en el teatro. ¿Hasta dónde somos tentados a sostener una opinión que solo se puede considerar como un lugar común? ¿Y hasta qué punto somos tentados a mirar la verdad a la cara? ¿Desde qué punto de vista una sociedad que dice que la injusticia, si bien es injusta, es legítima?
Sí.
En esta obra Lukas Bärfuss logró negar esta injusticia de las más diversas maneras. A sus personajes se les dificulta vivir una vida de disfrute a pesar de que en un principio se aparente lo contrario.
Bueno, dicho brevemente, acepté la dirección con la esperanza de encontrar aquí un público más sensible a este tema que en Europa.
Deseo que todos tengamos una interesante velada de teatro y tengo la esperanza de que a través de la escenificación podamos ver algo de verdad.
- Autoría:
- Lukas Bärfuss
- Traducción:
- Cecilia Bassano
- Actúan:
- Loren Acuña, Cecilia Bassano, Joaquin Berthold, Carlos Kaspar, Carla Pantanali Sandrini
- Vestuario:
- Paula Surraco
- Escenografía:
- María Paula Ochoa Spajic
- Diseño de luces:
- Julio López
- Fotografía:
- Mechi Bassano
- Arte:
- Fernando Rubio, Federico Sanles
- Diseño gráfico:
- Pablo Lembo
- Asistencia de escenografía:
- Verónica Nisato Fabregat
- Asistente de producción:
- Veronica Celery
- Asistencia de dirección:
- Mara Ticach
- Prensa:
- Daniel Franco, Paula Simkin
- Producción ejecutiva:
- Mara Ticach
- Producción general:
- Cecilia Bassano
- Coordinación de producción:
- Cecilia Bassano
- Dirección:
- Georg Tielmann
- Este espectáculo formó parte del evento: CICLO BÄRFUSS
- TIMBRE 4 (2010)
- 2010-11-04 - Petróleo (A SALA LLENA)
- 03/05/2007 - Generar acontecimiento - Por: Sonia Jaroslavsky