Horacio ha tomado una decisión radical: no prestarse al movimiento. Esta toma de posición genera un conflicto en la relación con los otros. Los vínculos se trastornan: Equis, su mujer, Graciana, una religiosa y Ratio, un médico-científico, desarrollan estrategias para modificar la actitud horaciana.
El diagnóstico es tajante: la inmovilidad es una enfermedad social que atenta contra el sistema, perturbando la normalidad. El personaje responde: ?La premisa es detenerse para tenerse de.?, sentenciando una insistencia existencial que limita con lo absurdo.
La obra se sitúa en el territorio del desmoronamiento vincular a partir de una elección subjetiva que pone en crisis la capacidad de compresión de las diferencias. La inmovilidad es un camino para indagar lo propio.
- CENTRO DE ARTES ÍCONO (2014)
- TEATRO LUZ Y FUERZA (2010)
- EL CLUB DEL TEATRO (2010)