Jueves, 01 de Enero de 2015
Jueves, 17 de Mayo de 2001

La pérformance al servicio de una ruptura sin cuerpo

Por Verónica Schneck | Espectáculo Hermanos Onas
Plano de situación escénica y breve sucesión de momentos: El espectador ingresa a un espacio teatral que opera casi como "rincón teatral", semiconstruido, semimontado, a medio pintar. Podríamos decir que este "espacio" se transforma en "ámbito", en la medida en que no es necesariamente un escenario, sino que es construido como tal. Vale decir, "la performance" lo construye como área para el actor, y prohibida para el espectador, aunque haya –siendo que el mismo concepto de performance lo permite– un juego entre estos dos espacios diferenciados (el del actor y el del espectador). Los actores ya están en escena. Vemos, además de a estos personajes deambulando y deviniendo actores constantemente, cajas, telas pintadas, un televisor. Se nos pide disculpas por la ausencia de un actor que "estará por llegar". El personaje femenino (mimo, nena, loca, no se sabe bien) nos reparte los programas de la obra abrochados a un recorte de diario... El que toca en mi caso dice: "El ministro Domínguez reconoce que hay 36 distritos inundados" "Las inundaciones nos desbordaron". Este elemento convierte al espectador en niño curioso, y éste necesita pizpear el programa del espectador de al lado. Rápidamente corrobora que no es el mismo artículo, pero no puede leer bien lo que dice el recorte de diario del otro... Analicemos detalladamente esta situación: 1. Lo que produce la propuesta es algo que propone una situación rara, novedosa, quizás hasta incómoda para el espectador. Se nos entrega un material, pero no lo podemos comprender, anclar, ya que no entendemos si es arbitrario y si responde a una lógica en relación con los planteos en tono de "actualidad". 2. ¿Hay algo en torno a las "inundaciones"? 3. ¿Hay algo en torno a la actualidad en general, a la noticia, a lo que desborda? ¿Con cuál de las palabras me quedo? ¿O me quedo con el objeto diario que me lleva sola y únicamente al contexto argentino? 4. ¿Tengo que leer todo el artículo del diario para entender??? Imagino que no, por lo que no lo leo... 5. Primera situación del espectáculo que queda en el interrogante, flotando en la idea de la "experimentación", la "ruptura" y la "performance". Luego, en medio de discursos de interpelación al espectador y advertencias, parlamentos en idiomas diferentes, momentos de seres animalescos, violencia, t.v., y un supuesto embarazo, música en off, telas pintadas, estamos nosotros-espectadores, gran elemento de "la performance", que intentamos "construir", pero siempre hacemos agua, porque básicamente lo que está quebrada es la "comunicación" y no la producción estética (como performance). No hay grieta en el discurso, no llega a haber ruptura ideológica porque se quiebra algo que antecede, que es esto que se marca de la posibilidad de comunicar. A cerca de "la ruptura" Los Hermanos Onas parte de una gran contradicción. Este grupo independiente se propuso –especialmente el director y autor de la obra, Diego José Ferrando– hacer una puesta en la que prime un lenguaje de ruptura. En este sentido estamos frente a una propuesta con una toma de decisión, y aquí nos encontramos con algunas características de elecciones estéticas, todas tendientes a reafirmar el "distanciamiento", a saber: · Interpelación al espectador advirtiendo que la obra no comenzó y que ya va a comenzar cuando llegue un actor que falta. Indicaciones de qué hacer cuando llegue la policía, etc. · Una de las actrices entrega los volantes de la obra, que van enganchados a un recorte de diario que no para todos los espectadores es el mismo. · Inscripción de un elemento en la escena teatral que pertenece a otro campo pero que cobra valor teatral: un televisor, que se relaciona dinámicamente con los actores. · Música off de cantantes muy conocidos por sus melodías. · Fondos de telas pintadas Todas estas características o decisiones parecen querer decirnos algo con respecto a nuestro contexto social, pero también, y mucho más que esto, apuntan a un "metalenguaje": La situación misma de estar en el teatro. Tenemos todo esto por un lado. Luego, con todos estos elementos identificados, parecería que no hay en la propuesta otro elemento que vaya al choque, es decir: si se plantea alguna ruptura –de cualquier índole– tiene que haber necesariamente otra fuerza que, o bien se vea en lucha, o bien esté superada o transformada. Si hay ruptura, hay algo roto. Aquí hay voluntad de romper, hay significantes que distancian (los mencionamos arriba)... Sin embargo la ruptura se describe pero no se inscribe, se rompe pero no se ve ni se oye la fisura. En este sentido parecería no haber obra. Si bien la propuesta juega con este límite entre el metarelato de "estar haciendo una obra", el problema es más simple. La obra no se entiende, es decir, no se entiende la ruptura. Se entiende un televisor que bombardea imágenes que, en un zapping variado, afectan a los personajes (material al que se adhiere inmediatamente por estar tan inscripto como bomba de estruendo estúpida en la vida cotidiana de todos nosotros), se entiende la figura de los policías que están por venir (material al que se adhiere por padecer nosotros siempre el temor que esta figura asimilada al terror nos provoca), se entiende un embarazo, se entiende una explicación hacia el público, pero nada de todo esto parecería confluir en un punto en donde nos sintamos capaces de decodificar un mensaje. Parecería que estamos frente a la "materia prima" y que falla el proceso de comunicación, antes que un planteo estético, que sería discutible dependiendo de las subjetividades. Pero si la idea es mostrar esa materia prima (performance), tampoco hay un campo de sentido creado para que esto se comprenda. Todo lo que se explica en la presentación que hace el grupo en la síntesis argumental que mandaron a nuestro sitio (Alternativa Teatral) parece pertenecer a algo que no se vio en la puesta, algo que se pensó pero no se llegó a concretar. Es mucho más complejo lo que se describe en la síntesis que lo que alcanzamos a ver en escena. Es más, el texto de presentación ("pretexto" como dicen ellos, y también "paratexto") nos genera expectativas, nos abre caminos e interrogantes que cuesta entender a la hora de la representación. Si no hay obra, debe haber fundamento, debe haber provocación, debe haber algo que ocupe el lugar de lo que quedó roto. De lo contrario, la ruptura se transforma en pura estética, o en una simple decisión formal, y no parecería haber sido ésta la intención del grupo. Las cuestiones que se esbozan podrían ser caminos para plantear y romper, plantear y romper, generando un movimiento que permita construir. El televisor no llega a transformarse en "teatral", las interpelaciones no construyen ningún tipo de amenaza ni permiten demasiada reflexión, los programas no llegan a comprenderse debido a que desde "la obra" no se los ancla, no se los construye como materia expresiva, y es una pena por lo novedoso de la propuesta (el agregado del artículo del diario). La música no abandona su referente para inscribirse dentro del conjunto. Tenemos, entonces, un conjunto de cosas sueltas que no terminan de entrar en la vorágine que ellas mismas plantean como elementos separados... Y retomo la pregunta que el grupo plantea en la síntesis de la obra escrita por ellos, "¿de qué se trata?", como pregunta motora de esta puesta... Y no sabemos cuáles fueron las intenciones. Adherimos a algunas cosas y a otras no, y no podemos tomar una postura frente a esto. Así, el concepto de "performance" no encuentra cuerpo, en el sentido de "cuerpo formal", para materializarse. Está la premisa de la ruptura, pero no hay cuerpo roto, desgarrado. No hay texto nuevo que surja de elementos en lucha.
Publicado en: Críticas

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