Martes, 24 de Octubre de 2000

Por Eleonora Menutti | Espectáculo La masa neutra

La Masa Neutra, de Jorge Sánchez, es un trabajo surgido de improvisaciones que relata como tres hombres intentan recuperar un viejo negocio familiar de pastas y con él salvar sus existencias. No queda muy claro cual es la relación que los une. Amigos, hermanos, parientes lejanos o simplemente desconocidos. Lo cierto es que en el proceso que dura la fabricación de la masa, la cocción de la pasta y la digestión de los ñoquis, estos tres sujetos se precipitan hacia la “neutralidad” de la muerte. La historia se desarrolla entre las paredes revocadas de la casa. La escenografía realista reduce el espacio hasta lo íntimo marcando el límite entre el adentro y el afuera. Este “afuera” remite simultáneamente a un espacio ajeno y a un pasado propio. Se lo nombra vagamente, pero los indicios que nos dan los personajes no ayudan a descifrar ese espacio otro que parece determinar los comportamientos de los personajes. Los actores se desempeñan correctamente logrando materializar en escena el mundo que le es propio a cada personaje. El trabajo concreto de preparación de la masa o la construcción imaginaria de objetos como el colchón, la escalera o la cocción de la empanada son propuestas interesantes. Pero la dualidad que se logra entre lo concreto y lo imaginario, entre lo presente y lo ausente queda esbozada sin que se desarrolle en profundidad. El “conflicto” que asoma entre los dos personajes que manipulan estos objetos imaginarios y el tercero, que se sorprende ante la normalidad con que comen la empanada invisible o se acuestan en el colchón inexistente, es superado por la acción concreta de cocinar, que se desarrollará hasta el final de la obra. La escena es “tomada” por esta actividad específica de tal manera que pierde su potencial dramático y terminamos viendo simplemente a un actor cocinando. Con respecto al relato, los diálogos son desarticulados y fragmentados. Rozan lo absurdo no porque lo que se dice sino por el todo que conforman. De este modo, la estructura de la obra parece dejar pocos lugares desde donde el espectador pueda anclar para hacer su propio recorrido y dar un sentido a lo que observa. Cabe observar, haciendo referencia al contexto teatral, que la tendencia de las producciones “alternativas” parece dirigirse hacia la desarticulación del relato. Buscando por este camino nuevas metáforas que puedan comunicar sentidos polisémicos. Pero a veces, deliberadamente o no, se cae en el hermetismo. Una impenetrabilidad peligrosa que puede atentar contra la función comunicativa del teatro. La Masa Neutra trabaja en este límite.